viernes, agosto 19, 2005

Contra bellacos, malandrines y gigantes


bellaco, ca. (De or. inc.) adj. Malo, pícaro, ruin. Ú. t. c. s. || 2. Astuto, sagaz. Ú. t. c. s.


malandrín, na. (Del it. malandrino, salteador) adj. Maligno, perverso, bellaco. Ú. t. c. s.


gigante. (Del lat. gigas, -antis, y este del gr.) adj. Gigantesco. || 2. adj. Mucho mayor que lo considerado como normal. Pensamiento, esfuerzo gigante. Tamaño gigante. || 3. m. Ser fabuloso de enorme estatura, que aparece en cuentos y fábulas mitológicas. || 4. m. Persona que excede mucho en su estatura a la que se considera normal. || 5. m. Gigantón (figura gigantesca que suele llevarse en algunas procesiones). || 6. m. Persona que destaca extraordinariamente en una actividad o posee una cualidad en grado muy elevado. || ~ en tierra de enanos. 1. m. coloq. Hombre de pequeña estatura. || 2. m. U. para denotar que una persona descuella no por su propio valer, sino por inferioridad de quienes la rodean.






Es cierto: los bellacos y los malandrines no son gigantes; pero, para mí, forman parte de la misma familia que componen aquellos enemigos que citaba don Quijote cuando arremetía contra inocentes ovejas, frailes desprevenidos e indiferentes e inderrotables molinos. En mi imaginación —o en la imaginación del niño que leyó las aventuras del caballero de la Mancha y que acabó convirtiéndose en lo que ahora soy—, son todos parientes, y todos se dedican a los mismos menesteres en qué se ocupaban en el mundo del Caballero de la Triste Figura: a idear y a realizar maldades contra la humanidad.


Pero, ¡ay!, como los de antaño, los malhechores de nuestros días sólo se lanzan contra la humanidad más indefensa, o esconden su maldad bajo la máscara de las mejores intenciones. Libres del estorbo de Quijotes y de Sanchos (que también tuvo que librar sus batallas el ilustre escudero, y lo hizo siempre con valor, con honor y con honradez), bellacos, malandrines y gigantes se pasean impunemente y con total libertad señoreando un mundo débil y sin carácter que contempla sus andanzas sin inmiscuirse en ellas.


Idiotizadas, las gentes aplauden la malicia, la estupidez y la soberbia de estos engendros diabólicos, sin soñar ni siquiera liberarse de ellos porque ni siquiera se saben encadenados, y aún lucen con orgullo sus cadenas.


Si yo fuera (o fuese) persona sensata, actuaría como aquellas gentes acorderadas, y callaría y seguiría mi camino sin buscarme otros pleitos; pero nunca lo he sido. Tal vez —probablemente— aquellas lecturas infantiles me reblandecieron el cerebro —a pesar de las ingeniosas advertencias de Cervantes—.


Como toda lectura deja huella, y aprovechando que el dichoso centenario es buena ocasión para homenajear autor y personaje con un poco más de sustancia que los políticos de foto, me he decidido a retomar mis armas, antaño pluma y pergamino, hoy teclado y procesador de textos, para salir a enfrentarme como buenamente pueda a mis bellacos, a mis malandrines y a mis gigantes. Así, pues, temblad, malhechores de los tiempos presentes, que don Galaor ha desempolvado sus armas y os acomete como antaño hizo.



5 Comments:

Blogger rAnita nOe said...

hola Don Galaor...

te devuelvo la visita a mi blog..
tengo que decirte que me ha gustado mucho lo que has escrito y que no creo que leer te haya reblandecido el cerebro.. para nada, al contrario.. te ha dado armas, de las mejores para enfrentarte a esos bellacos, malandrines y gigantes. temblad todos que llego Don Galaor..

nos seguiremos viendo por aqui.

besitos de una rana

lunes, 22 agosto, 2005  
Blogger KabezOn said...

E hombre cuidado que recien llega y ya se puso de un agresivo, matelos rapido...

Bienvenido a la blogosfera... aca estamos todos un poco locos y un poco esquizofrenicos jajajaja

nos seguiremos viendo por estos lados...

El Cabezon

martes, 23 agosto, 2005  
Blogger Don Galaor said...

Dama Ranita, gracias por vuestra gentil visita y vuestras donairosas palabras.

(Me quedo con la duda —cosas de la educación tradicional, ya se sabe—: si me besa una dama ranita, ¿me transformo en ranito? Pues... voy a quedar bonito, dando saltitos dentro del casco...)

martes, 23 agosto, 2005  
Blogger Don Galaor said...

Seais muy bienvenido, caballero Cabezón (o caballero don Diego, porque observo de allà venís; no acabo de entender el uso de los nombres, los sobrenombres y los contranombres por aquestas comarcas virtuales, pero, en fin, ya me iré acostumbrando; además, tampoco es cosa nueva para mí: mi propio hermano Amadís usó alguno en alguna ocasión... Beltenebrós).

Y, perded cuidado, que mi agresividad se ha de limitar a las palabras (ya me lo advirtió dama Urganda, que ni siquiera me permitió llevar de su ínsola mi espada, que ésta ya no es época de batallas ni de golpes... aunque ésto no me lo acabo de creer, tampoco, por las cosas que veo, que escucho y que me cuentan; ya hablaremos).

Sentíos como en vuestro castillo, caballero.

martes, 23 agosto, 2005  
Blogger rAnita nOe said...

pues no se si acabaras siendo un sapito..
espero que no porque si no te vas a quedar encerrado en el casco.
besitos.

martes, 23 agosto, 2005  

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